Desde 1894, el único sitio en México para la compra y venta de acciones era la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). Su objetivo, facilitar las transacciones; procurando el desarrollo del mercado, su expansión y competitividad. Pero, a partir del 25 de julio, después de cinco años de trabajo, entró al mercado la Bolsa Institucional de Valores (BIVA) , la cual fue aprobada en agosto de 2017. Y desde febrero de este año, BIVA lanzó al mercado su índice insignia FTSE-BIVA, producto de una alianza con FTSE Russell.

De acuerdo a información del portal de Forbes, BIVA surgió como un proyecto de la empresa Central de Corretajes (Cencor), y fue presentado ante SHCP, BANXICO y la CNBV desde febrero de 2013. Apenas el martes 29 de agosto de este año, el presidente Enrique Peña Nieto otorgó la concesión de su funcionamiento con vigencia indefinida. La bolsa utiliza el sistema Nasdaq X-stream Trading, mismo que usan 100 bolsas de valores en el mundo.

El nuevo intermediario bursátil, no solo busca trabajar con las empresas que ya cotizan en la BMV, también desea crear estructuras que permitan que empresas pequeñas y emprendedores aprovechen el mercado de valores para su financiamiento. Consideran que, actualmente, hay un cambio de mentalidad en los empresarios, hay un mayor interés de las grandes y pequeñas empresas por incrementar la transparencia de su información y así, resultar más atractivas a inversores. La misión de BIVA es impulsar la cultura financiera y la democratización del mercado, para lograr esto, BIVA está entablando relación con los gobiernos estatales e impulsar acuerdos de colaboración.

De acuerdo al portal de Expansión, al iniciar operaciones, BIVA recibió cerca de 100 órdenes: la primera de ellas, de Finamex Casa de Bolsa. Hasta el momento, ya lograron conectarse 34 casas de bolsa al nuevo sistema. La inversión que ha recibido BIVA, es de 1,000 millones de pesos, aportados por su socio LIV Capital. Esta nueva competencia bursátil en el país, representa enormes ventajas para el mercado financiero, como lo es, el elegir entre una mayor y mejor oferta de servicios y productos financieros.

A la fecha, sólo son 146 empresas las que cotizan en la BMV. Según El Economista, el número máximo de emisoras que llegó a registrarse en esta casa de bolsa, fueron de 209 en el año 1991 y se redujo a partir del año 1994, después de las crisis que surgieron alrededor del mundo.

Una firma de telecomunicaciones se encargará de proveer la red privada que cumpla con las demandas de las casas de bolsas. Esta red no es vulnerable a ciberataques, como los ataques de denegación de servicio (DDoS), ya que está separada de la red pública y además, contará con asistencia 24/7 del equipo de expertos de la firma.

Con la llegada de esta institución, se espera que el mercado de valores en México incremente su actividad. Nosotros le recomendamos seguir de cerca su crecimiento para que pueda aprovechar su llegada y así, hacer crecer su empresa o negocios.